7 ago 20249 Min. de lectura

CRISIS EN VENEZUELA: OPERACIÓN H.O.P.E.

Nicolás P. Manera

Comisión Políticas de la Juventud del

Consejo Consultivo de la Sociedad Civil

para Cancillería Argentina-Provincia de Córdoba.

“El precio de la libertad es alto.

Siempre lo ha sido y

se debe estar dispuesto a pagar el precio”

Las últimas #elecciones en #Venezuela, celebradas el 28 de julio de 2024, fueron protagonizadas por el actual presidente Nicolás Maduro, la destacada líder opositora María Corina Machado y el nuevo candidato presidencial Edmundo González Urrutia. Estas elecciones han sido un reflejo de la profunda crisis política y social que atraviesa el país. Lo cierto es que, dejando más dudas que certezas, el Consejo Nacional Electoral (#CNE)[1] no ha publicado los resultados detallados de las elecciones, a pesar de las solicitudes de la oposición, la #OEA[2] y diversos gobiernos de América Latina y el mundo.

En un país conformado por aproximadamente 28 millones[3] de personas de las cuales se estima que 7.7 millones se encuentran fuera de su país[4]. Estas personas han intentado manifestar su voluntad en los comicios realizados, pero no han sido bien recibidas por las autoridades Cabe resaltar que, de los aproximadamente 7.7 millones de venezolanos que han emigrado, representando casi un cuarto de la población del país, se les ha impedido emitir sufragio en embajadas y consulados debido a numerosas trabas administrativas impuestas por el gobierno de Nicolás Maduro. El padrón electoral del gobierno incluía a tan solo 69 mil personas, lo que ha generado serias dudas sobre la representatividad y la equidad del proceso electoral. Esto ha generado una gran controversia, ya que se considera un flagrante atentado a la democracia, sumándose a la larga lista de ilícitos ya realizados.

Llegada a los comicios del oficialismo

Este punto de quiebre en la historia venezolana representa el clímax del declive y fracaso anunciado del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV). Desde su ascenso al poder con #HugoChávez en 1998, el #PSUV ha experimentado transformaciones radicales, conduciendo a la actual crisis. Desde el intento fallido de golpe de estado en 2002 y el auge de poder en 2007 la administración de Nicolás Maduro ha exacerbado la situación, mostrando un modelo de gobierno caracterizado por la manipulación y la represión.

Tras el deceso de Hugo Chávez en el año 2013, su sucesor y actual mandatorio Nicolás Maduro asume el poder en Venezuela. Es desde entonces que hasta la fecha se ha ido dando el ocaso de un modelo de gobierno mediante el uso de la manipulación de todos los engranajes de poder que el Estado puede brindar.

El ápice de la estrategia utilizada por el oficialismo, ha sido mantener a la sociedad en un estado constante de temor y tensión. Esto ha justificado la permanencia del partido en el poder, que presento lucha continua contra enemigos omnipresentes y peligrosos encarnado en el capitalismo y sus defensores. De esta manera, han controlado y manejado las emociones y pensamientos de la población, llevándolos a perder derechos que les corresponden por el mero hecho de ser ciudadanos.

Tras un constante hostigamiento dictatorial a lo largo de estos años, el pensamiento colectivo ha reducido su calidad de vida a la necesidad de recibir 2 malas comidas diarias. Dentro de las atrocidades cometidas que el pueblo venezolano ha pagado podemos siquiera mencionar el hambre, miseria, migración, enfermedades, prisión política, tortura, muerte como ningún otro pueblo del hemisferio en este siglo XXI[5]. Y atención a este punto, no hay que malinterpretar la situación de quien es victima de una dominación violenta por parte del Estado. Hay que resaltar que, hechos de esta magnitud nunca han sido vividos en países sudamericanos, lo que ocurre en Venezuela es un hecho sin precedentes para la cultura sudamericana asimilable tal vez a países como Cuba, Rusia, Irán, Myanmar, Nicaragua entre otros.

Llegada a los comicios de la oposición

La campaña electoral de la oposición, encabezada por María Corina Machado, se ha basado en la premisa de restaurar la fe en un futuro mejor para Venezuela. Machado ha abogado por un cambio profundo que permita a los ciudadanos recuperar un estilo de vida digno dentro del país, sin la necesidad de emigrar. Su campaña ha enfatizado la urgencia de enfrentar la crisis humanitaria y económica y ha buscado movilizar a los votantes a pesar de las numerosas dificultades.

Es sabido que la gran mayoría de las familias que a la fecha viven en Venezuela cuentan con ayuda de parientes que viven el extranjero ya que en caso contrario sería basicamente imposible subsistir. Esto ha logrado efectos increíbles en el llamamiento a las urnas, con resultados hasta hoy desconocidos por la falta de información oficial.

Al mando de su partido y siendo la cabeza de la oposición, Machado fue inhabilitada para ejercer funciones públicas por un periodo de 15 años por un fallo de la Sala Político Administrativa del Tribunal Supremo de Justicia[6]. La Sala validó los supuestos argumentos de la Contraloría de que Machado está "incursa" en actos de corrupción relacionados con Juan Guaidó, dirigente opositor que fue reconocido como presidente interino por Estados Unidos y decenas de países entre 2019 y 2023, con control de bienes públicos bloqueados en el exterior.

Tras esto Machado acusó a #Maduro[7] y a su "sistema criminal" de haber escogido el camino de unas "elecciones fradulentas" y añadió que "Lo que no se acaba es nuestra lucha por la conquista de la democracia a través de elecciones libres y limpias". Con el respaldo de la comunidad internacional[8] que ha expresado su apoyo a la lucha de María Corina Machado, la campaña contra el régimen de Nicolás Maduro asumía un nuevo desafío. La comunidad internacional ha condenado las irregularidades en el proceso electoral y ha solicitado reformas para garantizar elecciones libres y justas.

Ante estas circunstancias en la previa a los comicios del pasado 28 de julio, la candidata a suceder a Machado fue Corina Yoris a la cual por “problemas de sistema” no se le permitió inscribirse como candidata, la misma denuncio una evidente maniobra del chavismo para evitar la limpia inscripción[9].

En medio de las irregularidades que han obstaculizado la presentación de candidatos opositores, surgió de manera inesperada el diplomático Edmundo González Urrutia como nuevo candidato, quien con una trayectoria destacada en la diplomacia, se unió a la lucha opositora, dispuesto a continuar enarbolando la bandera del cambio junto a María Corina Machado.

Pacto de Barbados

Los Acuerdos de Barbados[10], firmados en octubre de 2023, entre el gobierno de #NicolásMaduro y la Plataforma Unitaria de la oposición, buscaban establecer condiciones justas para las elecciones presidenciales de 2024 en Venezuela. Estos acuerdos, con la mediación de varios países, incluían compromisos específicos para asegurar la integridad del proceso electoral, como el respeto a la selección de candidatos, la fijación de un cronograma electoral consensuado, y la actualización del registro de votantes. Sin embargo, diversos expertos y miembros de la comunidad internacional han señalado que el gobierno de Maduro ha incumplido al menos tres de estos puntos clave, generando preocupación sobre la legitimidad de las próximas elecciones.

Uno de los incumplimientos más graves es el desacato al acuerdo que garantizaba el derecho de cada actor político de seleccionar su candidato de manera libre. El oficialismo ha desconocido los resultados de las primarias opositoras ganadas por #MaríaCorinaMachado, quien fue inhabilitada por la Contraloría para ejercer cargos públicos. Además, se ha perseguido jurídica y políticamente a los organizadores de las primarias, y se han puesto trabas a las postulaciones de los sustitutos de Machado. Estas acciones no solo violan el acuerdo, sino que también socavan la credibilidad del proceso electoral y el derecho de los votantes a elegir libremente a sus representantes.

Otro punto de discordia fue el apretado cronograma que se había establecido no consensuado por ambas partes. Los expertos señalaron que planificar el proceso electoral en solo cuatro meses y medio no permite condiciones óptimas para una competencia justa.

La actualización del registro de votantes también ha sido un área problemática. El acuerdo prometía jornadas especiales de inscripción y actualización del padrón electoral, tanto en Venezuela como en el extranjero. Sin embargo, la implementación ha sido ineficiente, con un periodo de solo un mes y restricciones adicionales impuestas a los venezolanos en el extranjero. Estas limitaciones violaron el espíritu del acuerdo y dificulto la participación de millones de votantes, especialmente aquellos que residen fuera del país.

El incumplimiento de estos acuerdos por parte del gobierno de Maduro[11] ha sido motivo de preocupación tanto para la oposición como para la comunidad internacional. Líderes políticos y delegados de países que fueron testigos del acuerdo, como Noruega, Brasil y Colombia, han expresado su inquietud por la falta de respeto a los compromisos asumidos. La percepción de que el gobierno está manipulando el proceso electoral para su beneficio socava la confianza en la posibilidad de unas elecciones justas y transparentes.

En resumen, los Acuerdos de Barbados buscaban establecer un marco para unas elecciones presidenciales legítimas en Venezuela, pero los múltiples incumplimientos por parte del gobierno de Maduro ponen en duda la validez de este esfuerzo. El respeto a la selección de candidatos, la fijación consensuada del cronograma electoral y la actualización adecuada del registro de votantes son esenciales para asegurar un proceso electoral justo. La comunidad internacional y la oposición deben seguir presionando para que se cumplan estos acuerdos y se garantice la participación libre y justa de todos los actores políticos en las próximas elecciones.

Operación H.O.P.E.

Como si se tratará de un villano que ha absorbido la voluntad de su pueblo y Machado fuera la niña encargada de devolverle el color a un país, es que se cargó sus crayones de color, su bandera, su candidato sustituto y salio a hacer la campaña política mas importante de este siglo en Venezuela. Con una sola consigna en mente, la derrota de Maduro, empezó a buscar a la gente para concretar su desafío al frente de un pueblo, que ha cambio la rendición por la esperanza[12], manteniendo en alerta al resto del continente.

La campaña, con una bandera de padres emocionados que alzaban a sus bebés [13]y se lo entregaban a la carrera a su líder porque están convencidos de que su proyecto es la única salida. “Esta mujer representa a la madre que cuida de los hijos de la República. Junto a millones de venezolanas está pariendo a Venezuela” escribió en su artículo Corina Yoris.

Como si fuera una especie de efecto contagio mediante movilizaciones, boca en boca, compartiendo en redes, la gente empezó a brindarle su completo apoyo a María Corina Machado, bajo la esperanza de un país que pudiera volver a ser habitado por sus hijos, una cuestión que debe tomarse con las mismas lagrimas con que los padres hicieron partir a sus hijos para no ser victima de los tormentos del gobierno.

Carta de Machado a los venezolanos[14]

Similar a una carta de los apóstoles a los pueblos que buscaban convertirse, Machado desde en resguardo de su seguridad por las amenazas recibidas, envía un nuevo desafio a sus compatriotas buscando que no se rindan ante el aparato de la tiranía y la opresión del gobierno de Nicolás Maduro.

Desde la denuncia del robo de la elección “Sabíamos que el gobierno del señor Maduro iba a hacer trampas. "Hace años que conocemos los trucos que utiliza el régimen y sabemos perfectamente que el Consejo Nacional Electoral está totalmente bajo su control. Era impensable que el señor Maduro admitiera la derrota.”, denuncias de detenciones arbitrarias por persecución política a sus colegas “Mientras tanto, decenas de mis colegas fueron encarcelados y seis de mis principales colaboradores, incluido mi jefe de campaña, buscaron asilo en la embajada argentina.” a brindar posibles datos de los resultados de las elecciones[15], que tal y como dice ella, contaba con testigos de las mesas y una idea aproximada de cuales fueron los resultados, incluyendo la persecución y la ruptura del respeto del derecho a asilo brindado en la embajada argentina, hoy protegida por el gobierno de Brasil. “Después de esta farsa, estallaron protestas espontáneas, especialmente en sectores pobres de Caracas y otras ciudades. El señor Maduro respondió con una represión brutal. Las fuerzas de seguridad del Estado han asesinado al menos a 20 venezolanos, encarcelado a más de 1.000 y forzado a 11 desapariciones. La mayor parte de nuestro equipo está escondido y, después de que siete misiones diplomáticas fueran expulsadas de Venezuela, mis colaboradores en la Embajada de Argentina están siendo protegidos por el gobierno de Brasil. Podrían capturarme mientras escribo estas palabras.”

La tenaz líder cierra su carta con un mensaje que incentiva a hacer valer los derechos de los ciudadanos no solo a sus compatriotas sino tambien a los miembros de la comunidad internacional buscando reconocimiento el cual con el correr de los días le han brindado “Los venezolanos hemos cumplido con nuestro deber. Hemos votado en contra del señor Maduro. Ahora le toca a la comunidad internacional decidir si tolera o no un gobierno manifiestamente ilegítimo. La represión debe cesar de inmediato para que pueda llegarse a un acuerdo urgente que facilite la transición a la democracia. Hago un llamamiento a quienes rechazan el autoritarismo y apoyan la democracia a que se unan al pueblo venezolano en nuestra noble causa. No descansaremos hasta que seamos libres.”

Desde la #OEA[16] se redactó el Informe[17] del Departamento para la Cooperación y Observación Electoral (DECO) de la Secretaría para el Fortalecimiento de la Democracia de la OEA sobre la elección presidencial de Venezuela para el Secretario General Luis Almagro deslegitimando lo resuelto por la CNE y en apoyo de los dichos por Machado en su carta “contiene un relato de ilegalidades, vicios y malas prácticas que se presentaron durante este proceso electoral en particular, pero que son reiterados en procesos eleccionarios recientes en Venezuela. La evidencia denota un intento del régimen por desconocer la voluntad mayoritaria expresada en las urnas por millones de venezolanas y venezolanos. Lo sucedido demuestra, una vez más, que el #CNE, sus autoridades y el sistema electoral venezolano está parcializado y se encuentra al servicio del Poder Ejecutivo Nacional, y no de la ciudadanía. El régimen de Nicolás Maduro nuevamente ha traicionado al pueblo venezolano, declarando respetar la voluntad popular al tiempo que hace todo lo posible por manipular y desconocer esa voluntad. En conclusión, dado que no hay sustento público documental que respalde los datos anunciados por el CNE, y en cambio existe información de diversas fuentes que los contradicen, es el criterio técnico del Departamento para la Cooperación y Observación Electoral que los resultados oficiales no merecen confianza ni deberían recibir reconocimiento democrático”.