Guadalupe Pilar Neme
Coordinadora Nacional Comisión Políticas
de la Juventud del Consejo Consultivo
de la Sociedad Civil
para Cancillería Argentina
¡Es la época electoral nuevamente! Como si fuera un episodio de Saturday Night Live, las elecciones presidenciales de Estados Unidos 2024 ya tienen de todo: drama, comedia y giros inesperados. Y es que, entre los debates acalorados, las encuestas cambiantes y un sinfín de memes circulando por internet y los memes reales de los que apoyan a los candidatos, el mundo entero parece estar viendo la temporada final de una serie épica… con o sin final feliz.
Para aquellos que apenas están poniéndose al día (o sea, el 75% de los estadounidenses), analizamos a los candidatos favoritos de esta carrera llena de plot twists. En pocas palabras: lo que nos gusta, lo que tememos y lo que sería digno de un buen “facepalm”.
Los candidatos: ¿El regreso de la nostalgia, o una audición para el futuro?
Candidato A Donald Trump: El Experto de la Casa (o el regreso del veterano)
Donald Trump es una cara familiar en la Casa Blanca, con años de experiencia en política y gobierno. Es el abuelito sabio (o eso dicen sus seguidores), alguien que ya pasó por las grandes ligas y ahora promete una “segunda ronda” para arreglar lo que dejó pendiente.
Pros: Conoce a fondo las tripas del sistema político. Su equipo suele ser leal y profesional, y muchos creen que su experiencia es justo lo que el país necesita en estos tiempos inciertos. Además, su discurso es casi un abrazo de nostalgia para quienes extrañan los “buenos tiempos”. Algunos lo comparan con un teléfono fijo: confiable, sí, pero difícil de llevar a donde sea.
Candidata B Kamala Harris: La Agitadora Progresista
Aquí tenemos a la joven promesa del ala más liberal del país, quien se postula como el “cambio real” que el sistema necesita. Su retórica está llena de promesas revolucionarias, en temas como el cambio climático, derechos sociales y salud pública. A ella le encanta decir que va “por todo o nada”. Frescura y convicción no le faltan. Su energía es palpable, y su mensaje conecta con quienes creen que el país necesita un cambio profundo. Muchos jóvenes la ven como la líder de una nueva era.
Candidato JD Vance: El Empresario Millennial
Este candidato viene del mundo de las startups y es conocido por su estilo disruptivo. Se presenta como “el único que no es político” y dice que hará lo que hizo con su empresa… pero a escala nacional.
Es el “outsider” que muchos estadounidenses esperan cada elección. Para sus seguidores, es una bocanada de aire fresco en un sistema saturado de políticos de carrera. Además, parece saber cómo adaptarse rápido a los cambios, lo cual es atractivo en una economía incierta.
Encuestas, encuestólogos y opinologos: ¿y si lanzamos una moneda?
Como siempre, las encuestas son el verdadero entretenimiento. Y si bien ya estamos acostumbrados a que una semana el candidato A lidera y a la siguiente el candidato B, este año los resultados parecen depender de la fase de la luna o del último escándalo en redes sociales. Los encuestadores están tan nerviosos como los meteorólogos en temporada de huracanes, y con razón: predecir la política estadounidense de hoy es casi tan complejo como ganar el Powerball.
¡Vota o lamenta!
El verdadero drama, por supuesto, se vive en las urnas. En una época en la que parece que cada voto cuenta, y los resultados de las elecciones podrían decidirse por el suspiro de una mariposa en Kansas, los estadounidenses están viviendo un dilema: ¿acudir a votar o quedarse en casa y ver el espectáculo en vivo? Porque en la democracia, cada voto importa, y, a veces, también cada meme.
Así que, mientras esperamos los resultados, recordemos que, pase lo que pase, las elecciones presidenciales de EE. UU. Siempre nos ofrecen una buena dosis de entretenimiento.
¡Bienvenidos a la gran elección 2024! El espectáculo de la democracia americana sigue su curso, pero, como en cada temporada, todo depende de esos pocos estados “claves” que definen el destino de una nación. Sí, hablamos de esos rincones de EE. UU. Donde el nivel de drama electoral es tan alto como el de un reality. Uno podría preguntarse: ¿qué tienen esos estados que hacen que candidatos, encuestadores y periodistas hagan fila como si fueran la nueva atracción de Disney?
El misterio de los estados ”definidores”
Mientras el resto del país parece tener sus preferencias claras, estos estados clave, también conocidos como “swing states,” cambian de opinión cada cuatro años. Así que, a falta de una bola de cristal, los candidatos han optado por invertir horas y millones en convencerlos, ya que un “sí” o un “no” de ellos puede decidir quién se muda a la Casa Blanca.
Florida: ¿Es playa o pesadilla?
Florida es como el amigo impredecible del grupo: a veces es una fiesta, y otras… bueno, un drama. No importa cuántas encuestas se hagan, Florida parece disfrutar viendo a los candidatos transpirar. Los demócratas y republicanos lo persiguen, prometiéndole todo desde reducción de impuestos hasta playas más limpias. ¿El resultado? Cada elección, los floridanos deciden justo al último minuto, quizás cuando ya están cómodos con un cóctel en mano, preguntándose a cuál candidato darle el último baile.
Pensilvania: el eterno coqueteo
Si Pensilvania fuera una persona, sería el tipo que te lanza una sonrisa cada vez que crees haberlo conquistado, para luego salir con alguien más. Con sus zonas urbanas que tienden a ser demócratas y áreas rurales que favorecen a los republicanos, Pensilvania es como una novela romántica, con tirones de ida y vuelta que mantienen a todos al borde del asiento. Los candidatos han recorrido más veces este estado que algunos turistas, con la esperanza de ganar su “sí” en el último momento.
Wisconsin: el indeciso pragmático
Wisconsin es ese amigo práctico y sereno, que parece que siempre hace elecciones “sensatas” y que considera los pros y contras de cada decisión… pero cada año parece más difícil de predecir. ¿Será que los famosos quesos de Wisconsin inspiran la indecisión? Cada vez que se acerca la elección, el estado revisa su lista de requisitos con detalle, como quien elige cuidadosamente una tienda de herramientas. Por eso, los candidatos deben convencer a Wisconsin de que realmente “merecen” su voto, con la misma dedicación que pondrían en elegir un colchón para toda la vida.
Michigan: el eterno comeback
Michigan tiene un encanto: es como el estado que, tras un gran cambio en su economía y población, siempre parece dispuesto a dar una oportunidad al “nuevo chico del colegio”. Aquí, los candidatos no solo buscan votos, sino que ofrecen promesas de un resurgimiento económico, en un esfuerzo por ganarse a los indecisos. Michigan es un poco nostálgico y soñador, y, como tal, no se compromete hasta el último minuto.
Entonces, ¿por qué importan tanto estos estados?
Porque, en resumen, cada elección en EE. UU. Tiene estos puntos de giro dramáticos, como en toda buena serie. Y en este caso, cada voto de estos estados clave tiene un valor altísimo en el tablero electoral. Así que, mientras esperamos los resultados de esta temporada, recordemos que, si estos estados no se decidieran al último segundo, ¿qué clase de show tendríamos? ¡Larga vida a los estados clave!
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Espectacular la nota!!!!!!!!!! Con información y entretenida!